martes, 7 de abril de 2009

Para que me conozcan mejor Prof. Daniel Orlando

Las preguntas y la sabiduría
Escrito por el Profesor daniel Orlando Parapsicologo.

No hay que confundir el conocimiento con la sabiduría. El primero
es una serie de conceptos acumulados, el segundo nos ayuda a vivir.
Para ser verdaderamente sabios, lo importante es aprender a hacer las
preguntas adecuadas y razonables, a escuchar con atención, a responder
con serenidad y a permanecer en silencio cuando no hay nada que
decir.
A lo largo de mi propio proceso personal, fui aprendiendo
que es muy importante tener en claro qué es lo que
quiero comunicar a mis semejantes. Entendí, desde un
principio, que no sólo me apasionaba el estudio de las
Ciencias Ocultas sino también poder hacer un uso práctico
de los conocimientos que iba adquiriendo.
Esa es mi verdadera pasión: la de poner al alcance de
todos aquellas cosas que fui aprendiendo en la teoría,
haciéndolas “pasar” por mí hasta que lleguen hasta los
demás: mis consultantes, mis lectores. En este intenso
camino que vengo recorriendo, tuve la oportunidad de
conocer distintos tipos de enfoques no sólo del mundo
misterioso, sino también respecto del enorme abanico
que es el comportamiento humano. Al ver los resultados,
eso duplicó mi energía y mi optimismo. Soy positivo por naturaleza: priorizo las buenas energías, luchando
por desplazar las malas, mirando siempre al futuro y
tratando de que el día a día de los míos y de aquellos
que acuden a mí en busca de apoyo, consejo u orientación,
sea un progresivo camino de mayor calidad y de
evolución hacia la luz.
Quizás este rasgo de mi personalidad hace que mantenga
un constante sentido del humor. Y eso, al escribir,
probablemente se refleje en lo “poco-científico” de mi
tono, ya que considero que la verdadera sabiduría es
aquella que nos queda cuando olvidamos lo aprendido.
Lejos del tono formal de algunos libros, de la rigidez de
ciertos intelectuales o pensadores, trato de poner al
alcance de todos lo poco o mucho que llevo aprendido.
Muchas veces, para ordenar mis pensamientos, juego
conmigo mismo a hacerme preguntas y respuestas. Es
un juego que te recomiendo, más allá del tema que
quieras esclarecerte o comunicar a otros: ¡a mí me da
muy buenos resultados! Me ayuda a pensar y volver
más potente todo lo que fui aprendiendo, porque lo
recuerdo y lo traigo hasta el presente.
Siento que todos aquellos autores que leí con tanta
pasión me regalaron su saber. Ahora, que los volví míos,
siento que puedo apropiarme de aquello que me han
dado, y transmitirlo con humor, como jugando, para que
el mensaje le pueda llegar a todos de una manera
amena y entretenida.
Sé que soy un eslabón entre ellos (mis maestros) y ustedes
(mis lectores). Les deseo que se olviden de ellos, de
mí mismo, y lean este cuestionario que yo mismo imaginé
como si estuviera conversando con alguien que, sin

mayores conocimientos del tema, me hace preguntas
elementales: la verdadera luz sale de lo más sencillo.
No voy a hablar de alquimia, de recetas misteriosas ni
de historias llenas de datos antiguos. Desarrollé este
cuestionario pensando en mis lectores, quizás contengan
las preguntas que cualquiera puede llegar a hacerse
al momento de conocerme… y voy a contestarlas tal
como hablo, ya que soy un hombre que tiene una familia,
un trabajo, y la conciencia del don que Dios le ha
dado. Ni más ni menos que muchos otros.

Profesor daniel Orlando

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