martes, 7 de abril de 2009

Mi trabajo: La Consulta Privada a Daniel Orlando

Cuando una persona concurre a consultarme, generalmente
lo hace movida por dos grandes tipos de intereses:
por un lado, para recibir orientación y predicción
sobre su futuro. Por otro, lo hace para solucionar un problema
concreto de su presente.
Cuando alguien se decide a consultar a un profesional,
del tipo que sea, va predispuesto a brindar una determinada
clase de información. Conmigo pasa exactamente
lo mismo. Además, cada profesional tiene su propio
andamiaje teórico y su manera de hacer contacto. En mi
caso, sucede que mi mente y la de la persona que viene
a consultarme entran en contacto en un espacio en
donde ambos dejamos que nuestros espíritus se unifiquen
y hagan un real intercambio de energías.
Desde el mismo momento en el que se cierra la puerta
de mi despacho y quedamos solos, ambos entramos en
una dimensión distinta. Trato de lograr la sintonía apenas
establecemos contacto visual, y busco lograr una
determinada conexión mente a mente.
Por lo general, lo consigo sin ninguna dificultad con mis
consultantes, ya que ellos vienen predispuestos y abiertos
para que eso pase, y en un primer momento siento
con una gran intensidad aquello que les está sucediendo.
He tenido que aprender a vivir con eso, ya que a
veces experimento sensaciones muy fuertes que tengo
que metabolizar. Si el consultante es alguien que está
padeciendo algún tipo de dolencia física, tiendo a sentir
por unos instantes ese mismo dolor. Tuve que trabajar
mucho en mí mismo para aprender a vivir con este

sexto sentido, a utilizarlo cuando fuera necesario y a
“guardarlo” cuando no hacía falta. Un recurso que me
ayudó muchísimo es elaborar el gran amor que siento
por los demás. De esta manera, puedo hacer que el
dolor me atraviese y seguir adelante sin que eso me
dañe, y lo tomo como un dato más entre todos los que
me van a ser revelados de esa alma que está en contacto
conmigo en ese instante. De esta manera, aprendo
mucho sobre lo que más me apasiona, que es la vida de
mis semejantes, y puedo sentir gratitud por el don recibido.
Lo mismo me pasa con los sentimientos positivos y la
buena energía: recibo y hago míos el amor, la alegría, la
euforia y los temores secretos de la otra persona. Los
recibo tal y como los está sintiendo mi consultante, aún
cuando éste no sea del todo consciente.
También veo su aura: en ella veo reflejados sus secretos,
su vida familiar, el amor, trabajo, las dudas que trae
y las que no va a compartir conmigo.
Todo esto me pasa en unos pocos segundos. Entonces
siento que pude hacer contacto y abrirme a ese otro ser
que se encuentra ante mí.
No me canso de sorprenderme. La verdad es que existen
tantas combinaciones de energías, sentimientos,
heridas, logros y modos de ver la vida, como personas.
La variedad es maravillosa y alimenta mi necesidad de
comprender a los demás y ayudarlos en aquello que me
piden.
En un primer momento ofrezco compartir las clarividencias
que recibo en relación a su pasado. De esta mane-
ra me doy a conocer, muestro cómo trabajo y empiezo a
generar una comunicación explícita con el otro. Luego le
cuento lo que observo en relación a su presente y su
futuro: generalmente ese es el momento en el que mi
consultante dice claramente qué lo trajo hasta mí, y me
hace las preguntas que vino a hacerme.
Estoy convencido de que para dar una respuesta que
sea adecuada, es importante que se den una serie de
factores. Lo primero es establecer esta conexión de la
que acabo de hablar. Pero por otro, como comprendo el
dolor de mis semejantes, puedo entender que la mayoría
de mis consultantes vienen con un determinado
nivel de urgencia. Seguramente hicieron un largo camino
para llegar hasta acá, donde estoy yo, y vienen con
un tiempo de sufrimiento, o dudas, o simplemente de
búsqueda. Por eso, porque valoro mucho el tiempo de
los demás, entiendo que es fundamental buscar soluciones
que sean lo más rápidas posibles. ¡No quiero
decir con esto que quien viene a la consulta se va con
todos sus problemas solucionados en cinco minutos!
Hay problemáticas de lo más diversas, en sus formas y
en sus vías de solución. Pero trato de buscar el camino
más corto para la respuesta. Puedo tener al alcance de
mis consultantes un tratamiento excelente, el mejor.
Pero quizás demore años en restablecer determinados
daños. Y eso a veces no sirve para una persona que
está sufriendo. Creo que la rapidez y la calidad de la
solución tienen que ser simultáneas.
Por eso, lo primero que hago es restaurar el aspecto
energético de mis consultantes, fortalecerlos y entrar
en acción en ese mismo momento. A veces el sufrimiento
precisa de un alivio urgente; luego se encara la tarea
profunda, la solución verdadera, y por último trabajo en
la prevención de próximos problemas.
Durante la consulta personal aprendí a lograr que mi
mente permanezca vacía, como un recipiente dispuesto
a llenarse con la dimensión existencial del otro. Es un
estado alterado de conciencia, conocido como estado
Alfa, libre de todo prejuicio y preconcepto, en el que
alcanzo una gran concentración, mi atención puesta al
cien por ciento en mi consultante. Si bien mi yo desaparece
durante esos momentos, llevo conmigo la voz de
mis maestros interiores y de mis guías espirituales. En
ese momento soy un canal viviente, que conecta ciertas
voces que llevo en mí, con las de quien está ahí conmigo.
Cuando estoy en ese estado, puedo brindarle a mi
consultante todo tipo de detalles en relación a su preocupación.
Lo que digo no parece provenir de mí, sino
que se dice a través de mí…
Durante la entrevista hago un verdadero acopio de todo
tipo de datos. Más allá de las sensaciones generales
(que son muy intensas) también necesito información
puntual: nombres, fechas, fotos.
La visión que experimento me lleva a absorber la circunstancia
del otro, a la que siento como propia. De a
poco empiezo a tener presentimientos y se opera una
transformación en mí mismo: a medida que pasan los
minutos, y el consultante desarrolla su relato, algo en mí
se modifica y experimento una especie de cambio de
dimensión. Poco a poco, paso de ser un escucha para
terminar siendo un verdadero testigo presencial de las
vivencias del otro.
Luego llega el momento de las preguntas. Entonces el
consultante requiere de mi consejo y orientación res-

pecto del tema que lo trajo hasta mí. Luego de entrar en
semejante nivel de comunicación y sintonía con el otro,
nos ponemos a trabajar en el sentido de las preguntas
que vinieron a hacerme.
Mientras percibo el aura de las personas, empiezo a
mantener un diálogo con mi maestro interior. En un principio
le hago preguntas que me permiten ir sacando el
mayor provecho de la consulta: ¿qué le hizo venir a
verme? ¿Qué necesita saber? ¿Qué le está pasando?
¿De quién o de qué debe prevenirse? ¿Cómo le irá en el
futuro?
En ciertos casos necesito entrar en comunicación telepática
con el espíritu de la persona. Así, voy encontrando,
con la iluminación de mis maestros, aquello que
busco: la respuesta a mis preguntas se va develando,
un poco con la guía de mis voces, otro poco a través de
mi observación telepática.
No es fácil conocer una persona, y mucho menos en
poco tiempo. El conocimiento es, en principio, generalizado,
global, a veces indirecto. Además, es difícil convertir
en palabras semejante cantidad de percepciones
que se dan de manera simultánea, potente pero algo
difusa.
En algunos casos, me alcanza con sólo escribir el nombre
completo de una persona, y pasar el dedo sobre él
para recibir la información que necesito.
La clarividencia me permite decirle cosas a mis consultantes
que normalmente no habría forma de conocer o
de saber, que no fuera por este tipo de percepción. Los
temas más importantes por los que se consulta a un
psíquico son salud, dinero, amor y trabajo.
En las consultas relacionadas con la salud se me solicita
y brindo principalmente ayuda espiritual y sostén
emocional, ya que existe la ciencia médica y es fundamental
que una persona que está enferma físicamente
se ponga en manos de la medicina.
En relación a temas de dinero y trabajo, se me pide consejo
respecto de las decisiones que más conviene
tomar, en donde brindo orientación en base a mi posibilidad
de predecir.
Las consultas más profundas tienen que ver, generalmente,
con los temas vinculados al amor en pareja.
Este tema genera mucha curiosidad, incluso ansiedad:
el consultante quiere saber todo respecto de la persona
amada, incluidos sus pensamientos secretos, la intimidad
sexual de la otra persona.
Otras veces, quien me consulta siente una gran necesidad
de compartir, de ser escuchado, y de esa forma ir
pensando en voz alta respecto de algo que lo preocupa
o que necesita modificar.
Yo trato de transmitir claramente aquello que digo. Sin
herir la sensibilidad de los consultantes, pero a la vez
para brindarles lo que vinieron a buscar, que siempre
es, en mayor o menor medida, la pura verdad.
El tiempo de la consulta generalmente va entre veinte y
cuarenta y cinco minutos. Durante ese lapso analizo e
interpreto las señales que recibo, tanto verbales como
no verbales. Y mi primer objetivo es que, al momento de
despedirse, la persona que vino a buscar mi ayuda se

vaya por la misma puerta por la que entró… ¡sintiéndose
mucho mejor!

Para que me conozcan mejor Prof. Daniel Orlando

Las preguntas y la sabiduría
Escrito por el Profesor daniel Orlando Parapsicologo.

No hay que confundir el conocimiento con la sabiduría. El primero
es una serie de conceptos acumulados, el segundo nos ayuda a vivir.
Para ser verdaderamente sabios, lo importante es aprender a hacer las
preguntas adecuadas y razonables, a escuchar con atención, a responder
con serenidad y a permanecer en silencio cuando no hay nada que
decir.
A lo largo de mi propio proceso personal, fui aprendiendo
que es muy importante tener en claro qué es lo que
quiero comunicar a mis semejantes. Entendí, desde un
principio, que no sólo me apasionaba el estudio de las
Ciencias Ocultas sino también poder hacer un uso práctico
de los conocimientos que iba adquiriendo.
Esa es mi verdadera pasión: la de poner al alcance de
todos aquellas cosas que fui aprendiendo en la teoría,
haciéndolas “pasar” por mí hasta que lleguen hasta los
demás: mis consultantes, mis lectores. En este intenso
camino que vengo recorriendo, tuve la oportunidad de
conocer distintos tipos de enfoques no sólo del mundo
misterioso, sino también respecto del enorme abanico
que es el comportamiento humano. Al ver los resultados,
eso duplicó mi energía y mi optimismo. Soy positivo por naturaleza: priorizo las buenas energías, luchando
por desplazar las malas, mirando siempre al futuro y
tratando de que el día a día de los míos y de aquellos
que acuden a mí en busca de apoyo, consejo u orientación,
sea un progresivo camino de mayor calidad y de
evolución hacia la luz.
Quizás este rasgo de mi personalidad hace que mantenga
un constante sentido del humor. Y eso, al escribir,
probablemente se refleje en lo “poco-científico” de mi
tono, ya que considero que la verdadera sabiduría es
aquella que nos queda cuando olvidamos lo aprendido.
Lejos del tono formal de algunos libros, de la rigidez de
ciertos intelectuales o pensadores, trato de poner al
alcance de todos lo poco o mucho que llevo aprendido.
Muchas veces, para ordenar mis pensamientos, juego
conmigo mismo a hacerme preguntas y respuestas. Es
un juego que te recomiendo, más allá del tema que
quieras esclarecerte o comunicar a otros: ¡a mí me da
muy buenos resultados! Me ayuda a pensar y volver
más potente todo lo que fui aprendiendo, porque lo
recuerdo y lo traigo hasta el presente.
Siento que todos aquellos autores que leí con tanta
pasión me regalaron su saber. Ahora, que los volví míos,
siento que puedo apropiarme de aquello que me han
dado, y transmitirlo con humor, como jugando, para que
el mensaje le pueda llegar a todos de una manera
amena y entretenida.
Sé que soy un eslabón entre ellos (mis maestros) y ustedes
(mis lectores). Les deseo que se olviden de ellos, de
mí mismo, y lean este cuestionario que yo mismo imaginé
como si estuviera conversando con alguien que, sin

mayores conocimientos del tema, me hace preguntas
elementales: la verdadera luz sale de lo más sencillo.
No voy a hablar de alquimia, de recetas misteriosas ni
de historias llenas de datos antiguos. Desarrollé este
cuestionario pensando en mis lectores, quizás contengan
las preguntas que cualquiera puede llegar a hacerse
al momento de conocerme… y voy a contestarlas tal
como hablo, ya que soy un hombre que tiene una familia,
un trabajo, y la conciencia del don que Dios le ha
dado. Ni más ni menos que muchos otros.

Profesor daniel Orlando

El Bien y el Mal

No se puede hacer el Bien en un espacio de la vida mientras se hace
daño en otro. La vida es un todo indivisible. Los males de la humanidad
son fruto de determinadas elecciones, muchas veces porque se busca la
fuente de bondad muy lejos, cuando en realidad todos la llevamos dentro
de nuestros corazones. Si buscas el bien de tus semejantes, encontrarás
el tuyo propio.
Del Libro del:
Profesor Daniel Orlando
Que las hay .. las hay.

Recetas caseras de magia con hierbas

Escrito por el Profesor Daniel Orlando:

Paracelso fue uno de los sabios más reconocidos de
todas las épocas. Nacido durante el siglo XV, desde muy
joven se dedicó al estudio de la química. Su mayor contribución
a la sabiduría humana fue el profundo conocimiento
de las plantas que transmitió. Si bien su saber
quedó ampliamente difundido en el terreno de la botánica,
la filosofía y la religión, poco se divulgaron sus
notables descubrimientos respecto de los poderes
mágicos del reino vegetal así como de sus correspondencias
astrales.
El padre de la Botánica Oculta hizo una división de los
elementos naturales a estudiar en animales, vegetales
y minerales. Pero también los dividió en Fuego, Aire,
Agua y Tierra. Encontró, a través de ciertos experimentos,
la manera de descubrir la esencia o espíritu de una
sustancia. Entre sus investigaciones, además, se destacaron
aquellas destinadas a descubrir las propiedades
curativas de los metales. En la actualidad, todavía se
continúa usando una pomada de cinc, recetada por los
médicos de todo el mundo, cuya fórmula se originó en
su misterioso laboratorio.
Según este notable hombre de ciencia, existían tres
sustancias y tres principios. Lo que quedaba en estado
de ceniza luego de haber sido quemado era indestructible
denominaba sidérico.
Las tres sustancias básicas fueron denominadas por él,
en lenguaje hermético, azufre, mercurio y sal. El azufre
representaba el Fuego, el mercurio el Agua, y la sal, la
Tierra. No clasificó al Aire por considerarlo un producto
mezcla del Fuego y el Agua.
Según este investigador, todos los cuerpos son distintas
combinaciones de estos tres elementos fundamentales.
De acuerdo con la Teoría de los Tres Principios, consideraba
que la materia -que es única- está constituida por
alma, cuerpo y espíritu. También fue la primera persona
que aplicó el nombre de Macrocosmos y Microcosmos
para definir el gran mundo (el Universo) y el pequeño
Mundo (el hombre), a los que consideraba uno reflejo
del otro.
El fin último y más elevado de todo acto mágico está
estrechamente unido a la búsqueda del crecimiento
espiritual de quien lo practica. Es por eso que la magia
puede ser aplicada a nuestra vida cotidiana para estar
y sentirnos mejor. Quien la lleva adelante debe poder
colocarse en sintonía con los principios de la
Naturaleza. Así, la magia con hierbas, transmitida de
generación en generación, conforma el grado superior
de la alquimia aplicada a la vida. Esta escala se puede
lograr dado el intenso poder vibratorio de las plantas, si
se aprende a usarlas correctamente, extrayendo de
ellas toda la energía mágica que poseen.
La Botánica Oculta contiene elementos del esoterismo.
Para dicha corriente filosófica y mística, cada planta es
una estrella terrestre. Sus cualidades interiores se evidencian
a través de los colores de sus pétalos, mientras
que sus propiedades terrestres, por la forma de sus
hojas.
Además, el mundo de las plantas se encuentra bajo la
influencia de los diferentes planetas. Sirven a los seres
humanos para alimentarlos en sus diversas partes y
necesidades:
1. A través de la alimentación, nutriendo su cuerpo físico.
2. A través del campo electromagnético, para curar
sus enfermedades.
3. A través de su cuerpo astral, ayuda en el terreno de
lo mágico.
Para que una planta cumpla con su propósito mágico,
hay que saber sembrarla, regarla y cosecharla de la
manera indicada. Todas las plantas tienen algunos días
especiales en los que su fuerza se halla más exaltada.
Para utilizar plantas con fines de magia, es importante
averiguar cuál es la fecha más propicia para recolectar
las que necesitaremos en nuestros rituales. También
existen horarios más propicios para hacerlo: es sabido
que, por ejemplo, las plantas nocturnas poseen más
fuerza para toda acción mágica.
Hay muchísimas posibilidades a tener en cuenta a la
hora de decidirse por un ritual mágico con hierbas. Se
puede considerar el tema sobre el que se va a elevar un
pedido, así como priorizar el día propicio según el signo
astrológico del ritualista (por ejemplo, los martes para
los arianos, cuyo signo regente es Marte, o los miércoles
para los virginianos regidos por Mercurio).
Lo importante a tener en cuenta es que todos estos
datos deben ser aliados del mago. Hay muchas combinatorias
y posibilidades, pero quien lleva a cabo el rito
es quien tiene siempre la última palabra.
Firmado
Prof. Daniel Orlando

Ritual para encontrar el amor Prof. Daniel Orlando

Quien desee que el amor verdadero llegue a su vida,
corporizado en la persona ideal, puede recrear un antiguo
hechizo medieval. Según este rito transmitido de
generación en generación, el interesado debe llegar, a
pie, a la intersección de tres caminos o calles. En ese
punto, debe tomar un poco de tierra que encuentre en
ese lugar, haciéndolo con la mano izquierda. Entonces,
cerrar los ojos, dar un par de vueltas hasta perder la
noción de la ubicación exacta.
Al abrir los ojos, se habrá dado -simbólicamente- con el
camino correcto para salir de la encrucijada amorosa en
la que se encuentra.
De regreso a su casa, hundir la tierra que consiguió en
su jardín o en una maceta, junto a una planta. Regarla
con miel natural.
Si dadas las características del lugar en el que vive, no
es posible tomar un puñado de tierra del suelo de los
tres caminos, puede elegirse algún otro elemento natural:
hojas, pasto, alguna piedra. Con ella se deberá proceder
de la misma manera que con la tierra.
Del Libro Que las hay... Las hay del Profesor:
Daniel Orlando

Los siete principios básicos

1- El Mentalismo: es el que explica que el pensamiento
es el que crea nuestra realidad, y no al revés.
2- La Correspondencia: todos los elementos del
Universo se corresponden entre sí. Este principio nos
ayuda a comprender el por qué de las cosas y qué es lo
que nos merecemos. Todo aquello que sentimos por
dentro tendrá su manifestación por afuera.
3- La Vibración: significa que nosotros atraemos a
nuestra vida todo, conforme a la medida en que vibramos.
Además, significa que “lo semejante atrae a lo
semejante”.
4- La Polaridad: nos ayuda a comprender cuál es el
equilibrio y su punto exacto, dado que los extremos no
son buenos. Por eso, los seres humanos repetimos los
mismos tipos de dificultades hasta que los logramos
resolver, armonizando los opuestos y encontrando la
síntesis y la unidad.
5- El Ritmo: nos enseña que la vida es un fluir, una combinación
de avance y retroceso. En esta rítmica se produce,
también, el equilibrio universal.
6- La Causa y el Efecto: significa que todo lo que hace mos o vivimos es generado por nosotros mismos. La casualidad no existe: sí la causalidad. Aquí nacen los
conceptos de Karma (las deudas que tenemos con
nuestro destino) y el Dharma, que es la compensación
por las buenas acciones realizadas. La Justicia Divina
actúa conforme esta ley; por eso cobra tanta importancia
nuestra capacidad de perdonar, a nosotros mismos
y a los demás, así de esa forma se obtiene el perdón
divino.
7- La Generación: se refiere a los dos tipos de energías,
el Yin y el Yang, representaciones armónicas de lo femenino
y lo masculino, imprescindibles para crear algo
nuevo.
Profesor Daniel Orlando

La vida y el tiempo

La vida es tiempo, y el tiempo en esta vida es muy corto. La naturaleza
te cobra al contado cada día de la vida.
El tiempo de la vida se marca, al igual que caen las fichas del reloj de
un taxi. Sólo de nosotros dependerá qué es lo que hagamos con nuestro
tiempo. Porque si no nos planteamos adónde vamos, si no sabemos
cuál es nuestro destino, todos los caminos nos llevarán a un lugar al
que quizás nunca quisimos llegar.
Profesor Daniel Orlando

lunes, 6 de abril de 2009

Profesor Daniel Orlando

El Profesor Daniel Orlando , se dedica desde hace muchos años a todo lo referente , a el Tarot y la parapsicologia.
El Profesor Daniel Orlando , es un referente en America Latina y en España , donde es consultado , permanentemente , por colegas, ya que el Profesor Orlando , es uno de los mas destacados , Parapsicologos , de Merica Latina.
En sus libros , el Profesor , brinda enseñanzas , a todos los que quieran apendel , el maravillosos mundo de la parapsicologia , el tarot y todo los referente al mundo espiritual , y energetico.
Los libros de El Profesor Orlando , se venden en casi todos los paises de Latinoamerica , y desde hace años , sus libros , son un referente , para los dicipulos de las artes energeticas.
En su consultorio el Profesor recibe a consultantes , para solucionar diferentes problemas energeticos , y brinda ayuda a personas que necesitan , asesoramiento espiritual.
Las referencias Daniel Orlando son Exelentes , todos sus colegas hablan bien de el , ya que es un verdadero maestro , en las ciencias espirituales y energeticas , como la parapsicologia , el tarot , y la clarividencia.